Paola tiene 33 años y sus padres, bolivianos, llegaron a la Argentina en busca de un futuro mejor a principios de los 80. Vivió toda su infancia y su adolescencia en la Villa 31, donde su papá -que era sastre y costurero-, había podido construir su primera casa.
Su niñez no fue nada fácil: los compañeros de las escuela le hacían bullying por la nacionalidad de su familia y su madre fue víctima de violencia de género por parte de su padre. A pesar de las dificultades, Paola tenía un sueño por delante, estudiar una carrera con salida laboral y ser diseñadora textil.
A los 17 años empezó a trabajar para ayudar a su familia, primero haciendo delivery en una casa de comidas y después cosiendo en un taller. Luego intentó estudiar dos carreras: Diseño de Indumentaria y Enfermería, las cuales tuvo que abandonar por problemas económicos y por el nacimiento de sus dos hijas. El sueño de poder capacitarse profesionalmente se veía postergado una vez más.
Unos años más tarde, su pareja le preguntó si a esa altura de su vida se sentía realizada. Ella le contestó que solamente como mamá y esposa, pero que estudiar una carrera seguía siendo una asignatura pendiente. Esa charla le hizo un click y la impulsó a postularse a las becas de Enfermería que otorgaba #Potenciate, donde después de atravesar una serie de entrevistas y demostrar todas sus ganas, resultó ser una de las ganadoras.
Actualmente es becada en el Hospital Alemán con uno de los mejores promedios de su clase y con un nuevo sueño por delante: recibirse y ser parte del staff de enfermeros de la institución.